A libélula e a luz.




















Olha!  
Uma pequena libélula exibindo suas belas e transparentes asas de cristais,
Sobrevoa solene e rápida pela sala, 
Ah! Mas quem deixou a janela aberta? É inverno!
Dança bela e torpe para que nossos olhos possam ver, 
Entreter-nos!
Voa como uma rainha perdida, 
pois é notável sua elegância de um pólo a outro!
Leves toques de cristal para com o cristal, 
Em um insolente desejo de tocar a luz,
Ela o deseja lograr sem nenhuma regra, 
Ela só deseja compulsivamente como uma criança!
Pobre lavandeira dos pântanos do Priorato! 
Assim rompe suas asas de fino cristal!
Desvanece em sua agonia sobre nosso tapete em dor e lamento! 
ah! Pobre rainha!  
Não se entristeça meu querido, ela só desejava sem nenhum pudor!

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LiOn HeArTeD GuY disse...

fulgas, volupio... lindo.
Parabens.

EFGoyaz disse...

Não gosto de como os "espectadores" ficam interpretando as coisas, como se elas fossem feitas para interpretar. Como se fossem sempre cartas criptografadas ou caça-palavras. Mas ela é inevitável e aqui vai a minha: imaginei todos nós como tendo uma trajetória de libélula. Procuramos nos aquecer, procuramos uma janela aberta. Por mais que esteja próximo à luz, nunca será possível tocá-la de verdade, até que um dia tudo esteja acabado. Felizes dos que sabem "desejar sem nenhum pudor". Parabéns de novo.

CELLERS VERA TERRA disse...

NO TE RINDAS

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros,
y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero,
porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas, quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.

Porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

Mario Benedetti

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